¿Pediatra y Voluntario?
De todas las especialidades médicas, la pediatría es una de las pocas que permite al médico establecer estrechos vínculos con la familia inmediata del paciente. El pediatra se convierte, en muchas ocasiones, en amigo y consejero. Sin duda, ejerce influencia en el núcleo familiar y, por consiguiente, es un facilitador para que se generen cambios en aquellos aspectos relacionadoscon la salud y el bienestar de sus pacientes. Somos privilegiados porque, además de ganarnos la vida ejerciendo la profesión que amamos, ofrecemos un servicio añadido que abona al bienestar de estas familias. Sin embargo, como profesionales responsables del cuidado de la salud de esta población y teniendo conocimiento de los problemas sociales que afectan a nuestros niños y adolescentes, podríamos tener un mayor impacto social al participar activamente en actividades que repercutan en el bienestar físico y emocional de la población pediátrica particularmente en los sectores marginados de Puerto Rico. De esta manera, realizamos nuestra aportación para generar el cambio social necesario que permita, entre otros beneficios, que todos tengan acceso a servicios de salud de calidad independientemente de su procedencia social. Hay muchas maneras de aportar a este cambio, una de las más importantes es a través del trabajo voluntario comunitario. Este, además de una buena acción, es también una inversión redituable.
El Trabajo Voluntario (TV), debe cumplir tres condiciones: ser desinteresado: no se persigue ningún beneficio por el trabajo realizado; ser intencionado: su propósito es alcanzar un objetivo positivo y legítimo; estar justificado: responde a una necesidad real del beneficiario. El TV complementa la labor de los administradores públicos y de los profesionales de acción social. En Puerto Rico, el Tercer Sector está compuesto por organizaciones sin fines de lucro donde miles de voluntarios ofrecen servicios a los sectores más pobres de nuestra sociedad. Posiblemente, estos no se beneficiarían de esos servicios si no existiera el voluntariado. Cuando damos de nuestro tiempo estamos haciendo la diferencia en la vida de las personas a quien servimos, además de los beneficios que obtenemos, contribuir al bienestar de otro repercute en nuestra salud física y emocional. Hay otro beneficio marginal, el ejemplo que les estamos dando anuestros pacientes, familiares y demás miembros de la comunidad, sensibilizándonos ante las necesidades de los otros, y comenzar a ver la vida desde una perspectiva colectiva que exceda los
límites de la acción individual. Cuando comenzamos a dar de nosotros y a comprometernos con el TV, se convierte en una necesidad y parte esencial de nuestras vidas. No hay manera de perder con el trabajo voluntario, es una situación ganar-ganar, ¿cuándo empiezas?